Vamos dejando las cosas en claro, no quiero que todo
mundo se vuelva vegetariano. Definitivamente es algo que no es para todos, a
veces decides hacerlo por salud, o porque en verdad amas a los animales, quizás
tus prácticas de meditación te lo piden. Cada quien tiene sus motivos, y
comprendo que a algunas personas les parece sumamente molesto que los traten de
convertir al vegetarianismo a cada momento.
La razón por la que no es fácil es que hay que saber
mantener los niveles del cuerpo saludables. Puedes dejar de comer carne y aún
así ser bastante poco saludable en realidad. Sin embargo, si lo haces bien, en
un sólo movimiento reduces las grasas que consumes, te intoxicas menos,
haces que baje el sufrimiento animal, ayudas al medio ambiente y varias en
mucho tu nutrición.
1. Elige qué tipo de vegetarianismo te interesa
Hay muchos tipos, están desde los
ovo-lacto-vegetarianos, que sí consumen huevo y productos lácteos hasta los crudi-veganos, que no consumen nada de origen
animal y al menos una parte de lo que comen está en crudo. Entre estos dos
extremos, hay puntos medios y sutiles diferencias que te pueden ayudar a elegir
qué tipo de alimentación deseas elegir.
2. Hazlo de manera gradual
Si estás acostumbrado a comer de todo tipo de
alimentos y de repente quitas la carne te vas a sentir muy mal y te será muy
difícil apegarte a ello. Es más sencillo que empieces quitando la carne roja,
luego el pollo y después el pescado y los mariscos (aunque ser pescariano
también es una excelente opción alimenticia). Si lo realizas de esta manera te
será mucho más sencillo. Es más, tu cuerpo comenzará con los reclamos si un día
recaes en el tipo de carne que ya habías dejado.
Otra forma de hacerlo gradual es cortar el consumo de
carne un día por semana. Es decir, varias semanas comer carne sólo 6 días,
después 5, después 4.
3.Lee mucho, cocina mucho y haz una lista de restaurantes
Primero tienes que probar la comida vegetariana hecha
por expertos que te ayuden a decidir si te gusta y qué tanto. En algunos
restaurantes fue que yo
me enamoré profundamente de la misma. Y después de probar tantos ricos sazones
me propuse cocinar delicioso y experimentar. Mi lista de recetas vegetarianas
fue creciendo y haciéndose cada vez más deliciosa.
También necesitas leer mucho porque debes conocer cómo
balancear bien los alimentos, consumir proteína y definitivamente no terminar
comiendo puros carbohidratos (aunque elimines la carne, eso no es nada
saludable).
En Sabrosía tenemos deliciosas opciones para
veganos y vegetarianos.
4. Dile a tu familia y amigos
Es un paso importante, porque seguirán compartiendo
cenas familiares o celebraciones que involucren comida. Puede que hagan un
platillo en especial para ti, o que tu traigas uno, pero si les explicas bien
tus razones no deberían tener muchos problemas en aceptarlo.
5. Sustituye
¿Te acuerdas de esas recetas con carne que te gustan
tanto? Pues intenta prepararlas con sustitutos de carne como la soya. Es
cierto, vas a requerir de varios experimentos antes de que te queden parecidas
en textura y sabor a lo que estás acostumbrado, pero podrías lograr algo muy
delicioso.
6. ¡Diviértete!
La verdad es que comenzar a experimentar con la comida
vegetariana puede abrir tu paladar a muchísimas nuevas experiencias que te
encantarán y te harán encontrar esa famosa sinfonía
de sabores. Quién
sabe, podrías descubrir que amas aún más la comida de lo que pensabas.
Recuerda, lo que necesitas es estar seguro y
consciente de qué y por qué lo quieres lograr. Sin un objetivo en específico,
nos cuesta mucho trabajo seguir con una meta difícil. Si lo haces por esas
razones correctas, estoy segura que lo lograrás
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